lunes, 28 de enero de 2008


Anoche hubo celebración en tu cama,
y en desorden se quedaron las sábanas
y la perspectiva que teníamos del mundo.
Nos obsequiamos un banquete de caricias
y retozaron tu intimidad y mis secretos.

Abrimos una puerta de entrada a la ternura
y maniobró encantada al calor de la pasión.
Olvidamos las caminatas en el desierto
y construimos senderos para encuentros.
Sembramos de anécdotas el universo,
y se saciaron de aromas los recuerdos.
Empapamos de abrazos nuestros cuerpos
y las verdades que nos circundan son otras.
Al visitarnos las primeras luces del alba
nos encontró con las sábanas revueltas,
y la serena decisión de no disgregarnos.

Habíamos conseguido un nuevo enfoque
de la camaradería, el cariño y la amistad:
al amor era una incógnita en nuestros ojos.

2 comentarios:

Maite R. Ochotorena dijo...

Hola Paco, no nos conocemos, pero suelo visitar tu página porque me encantan tus escritos. Gracias pr estar ahí y brindarnos cosas tan bonitas.

Un saludete!

Maite

Pacogor dijo...

Gracias a tí por haberte decidido a salir del anonimato de lectora y enviar tu comentario. Cosas así son el oxígeno que necesitan los pulmones a veces un tanto resecos del que escribe. Espero no defraudarte. Un saludo, amiga