La película narra una historia de amor ambientada en el trasfondo de los años 60, en medio de los años turbulentos de las protestas contra la guerra, los movimientos contraculturales y el rock’n roll. La acción se traslada desde los muelles de Liverpool hasta la psicodelia creativa de Greenwich Village, desde las calles rasgadas por las revueltas de Detroit hasta los campos de muerte de Vietnam. Una pareja, Jude y Lucy, junto con un pequeño grupo de amigos y músicos, son arrastrados por la marea de esta década turbulenta, con el Dr. Robert y Mr. Kite como sus guías...
Hasta aquí la sinopsis de la historia. Pero la obra no destaca por esta cuestión, sino porque es un musical..., y todas las canciones de la banda sonora son de los Beatles.
Al contrario que sucede en la mayoría de musicales, donde primero se crea una trama y luego se insertan las canciones, en este caso las canciones dieron vida a la historia. Se llegó a barajar un fondo de más de 200 canciones, de las que al final se eligieron 33 que fueron encajando por su temática y sus letras en un hilo argumental que los guionistas iban creando como un traje a medida de los temas musicales, con la intención de brindar una mirada nostálgica y dar un sentido homenaje al fantástico grupo salido de Liverpool, y a la pequeña gran historia de una generación y una época.
Pero la cosa no queda ahí. La intención es también hacer ver a las generaciones actuales que muchas de las cuestiones por las que se luchaba en los 60 siguen teniendo hoy relevancia y que lo que parecen viejas historias, tienen su reflejo en la actualidad.
A destacar entre un grupo de jóvenes actores casi desconocidos, los cameos de gente como Bono (el líder de U2), Salma Hayek, Joe Cocker, o Eddie Izzard (un genial cómico ingles que actúa siempre vestido de mujer).
Hasta aquí la sinopsis de la historia. Pero la obra no destaca por esta cuestión, sino porque es un musical..., y todas las canciones de la banda sonora son de los Beatles.
Al contrario que sucede en la mayoría de musicales, donde primero se crea una trama y luego se insertan las canciones, en este caso las canciones dieron vida a la historia. Se llegó a barajar un fondo de más de 200 canciones, de las que al final se eligieron 33 que fueron encajando por su temática y sus letras en un hilo argumental que los guionistas iban creando como un traje a medida de los temas musicales, con la intención de brindar una mirada nostálgica y dar un sentido homenaje al fantástico grupo salido de Liverpool, y a la pequeña gran historia de una generación y una época.
Pero la cosa no queda ahí. La intención es también hacer ver a las generaciones actuales que muchas de las cuestiones por las que se luchaba en los 60 siguen teniendo hoy relevancia y que lo que parecen viejas historias, tienen su reflejo en la actualidad.
A destacar entre un grupo de jóvenes actores casi desconocidos, los cameos de gente como Bono (el líder de U2), Salma Hayek, Joe Cocker, o Eddie Izzard (un genial cómico ingles que actúa siempre vestido de mujer).
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