miércoles, 31 de octubre de 2007

CRUELDAD HUMANA


No te atrevas
a cubrir la miseria de tu alma
con sus pieles inocentes,
porque será tu petulancia
el verdadero instrumento del verdugo.

No los condenes
por tus tradiciones o tus fiestas,
pues esas ceremonias serían
ejecutar el castigo más odioso,
crear la más injusta de las víctimas.

Me pregunto
cómo puede ser posible
qué no sientas su sufrimiento,
y cual es el derecho que te asiste
para arrebatarles la libertad y la vida.

No entiendo
que no seas capaz de amarlos
y donde podrías encontrar belleza,
a través de tus ojos sin alma,
sólo veas la oportunidad de un trofeo.

Tradición, cosméticos, deporte,
alimento, moda, avances médicos...
Amplio es el catálogo de horrores,
parece que aún no se conoce el límite
para el mezquino raciocinio humano.



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