domingo, 28 de octubre de 2007

CONVIVENCIA

El reto está en asumir la conciencia
de que no somos individuos aislados
y formamos parte de una comunidad.
Hemos de apostar por el entendimiento,
y eso significa escapar del búnker
que nos aísla de la realidad inmediata:
Significa ser amable con los vecinos,
y no ver como un intruso al forastero.
Significa socializarnos con el entorno,
aceptar la diversidad como un tesoro,
valorar la vida que florece alrededor,
y apostar por espacios de concordia.
Significa tirar la basura donde corresponda,
exigir el respeto por los bienes públicos,
escuchar con esmero y confrontar opiniones,
y tratar con deferencia a nuestros abuelos.
Significa evitar groserías y violencias,
loar las virtudes y entender los defectos
no maltratar sin piedad el descanso ajeno
ni levantar la muralla de las ideas.
El desafío está en no ser indiferentes
y aportar unas gotas de lubricante
a la complicada maquinaria que sostiene
el delicado equilibrio de la convivencia.

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