viernes, 7 de septiembre de 2007

ME TOCASTE


Me tocaste.
No con las manos
que todo el mundo ve,
sino con las extensiones
de los brazos
que utilizas para volar
tan alto
que te envidian las estrellas.
Y tampoco fue
mera parte carnal
lo que en mí estaba dispuesto
a ser tocado.
En realidad
era un lugar
donde ya existías
mucho antes de tu llegada,
antes de que tus caricias
abriesen los cauces
que regaron la semilla
e impidieron
que fuese desierto.
Desde aquél día,
me late un alma nueva,
a partir del corazón
que rozaste con tus dedos.

1 comentario:

Upe dijo...
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