jueves, 30 de agosto de 2007

OCASO Y PRELUDIO


Ocaso y preludio.
Epílogo y principio:
Sobre el silencio
que atenaza el corazón,
se sobrepone
el sonido del mar,
cual banda sonora
que acompaña
a una lágrima rezagada.
Es la despedida
de aquel tiempo,
que queriendo
ser presente y futuro,
se descubrió de cristal,
y en mil fragmentos roto,
ha dejado solamente
los recuerdos del olvido.
Intuyo que los finales
son embriones
de nuevos brotes,
llegarán otros destellos
que alumbrarán la vida
con momentos y colores.
Sombras y luces,
emociones contrapuestas
que llegan y se van
como la espuma de este mar
que acaricia suavemente.
Es el último lamento,
llega la hora de dar la bienvenida
a nuevos ánimos,
a un incierto,
pero a la vez deseado futuro...

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