sábado, 11 de agosto de 2007

DE DIOSAS Y DICHAS


Imagen: Nacimiento de Venus, de Alexandre Cabanel
Despierta, cual Afrodita,
y has realidad mis sueños:
abre tus labios, dame de beber
para que me sean revelados
los secretos del Olimpo.
Engalana de sabor mi boca
con las caricias de la tuya,
vísteme el cuerpo de llamas
mientras me perfuma el aroma
del deseo que exhalan tus ojos.
En los enigmas de esa mirada,
danzarán promesas de saciar
las ansias de un hombre devorado
por la fiebre de remontar tu cuerpo.
Me abandono en tu piel de mujer,
en el aliento de hembra que transpiras,
racional y humana, diosa y soñadora,
dueña de ternuras y generosidades,
sensible y fuerte, compañera y amante,
pero sobre todas las cosas, amiga.
Te crearon suave y apacible,
pero en el amor te transmutas,
cual mariposa que vuela libre
regalando belleza a la floresta.
Me gusta que entre mis manos
palpiten los suspiros de la tarde,
se abracen tus silencios a los míos.
Y cuando mi nombre se despierta,
es para tatuar espasmos en tus alas,
imprimirte de amarillo el corazón,
ocultos entre las sábanas que engalanan
las entrañas de la guarida que nos acoge.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso, me llegó al corazón...
Vas ganando en delicadeza y sensibilidad.
No dejes nunca de regalarnos estas palabras que tanto nos llenan...
Besitos de Genia