sábado, 10 de marzo de 2007

UNIDAD

Cuando me encuentro deprimido
y muestro ese aspecto huraño
que forma parte de mi carácter,

sólo tienes que desnudarte.
Toda pesadumbre desaparece,
se me revela lo importante:
Nos volvemos carne, respiramos,
y ser feliz no es una quimera.
Al tocarte, entiendo con claridad
lo que acontece alrededor.
Contigo renuevo el compromiso
para que los males del mundo
sean parte de mi propia existencia.

Cuando me alcanza tu influencia
la conciencia se vuelve poderosa,
me siento fuerte en el combate
contra los males que asolan la razón,
y sé que soy capaz de abatir el vuelo
de la lógica que pretenden los viles.
Todos los males los enmienda
la perfecta simetría de ese cuerpo.
Enmarcando las líneas de tu silueta
en el encuadre fascinado de mis ojos,
puedo respirar el aroma a libertad
que desprendemos estando juntos.
Es imposible no entender entonces,
que estaremos, ocurra lo que ocurra.

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