miércoles, 21 de marzo de 2007

UNA PARTE DE MÍ


Es difícil de explicar, pero lo sé:
En lo más profundo de mí
hay alguien yermo e insociable.
Solitario como la cima de una montaña,
árido como el más seco desierto.
Un espacio extinto hecho de nada
pero que sin embargo puede ver y oír;
posee vida propia, siempre está presente.
En la sombra, comparte mi existencia
y hace oídos sordos a la voz de mi conciencia.

Es un ente insensible, inclemente.
No se inmuta con mis lágrimas,
ni se alegra cuando soy feliz.
Nunca reconocerá sus culpas,
aunque dañe a los que quiero,
o intuya que me ha herido el corazón.
Indiferente, nada puede llenarlo,
el odio se congela al instante,
y se muestra impenetrable al amor.

Normalmente lo controlo, pero a veces
se desliza sigiloso como un virus
entre las defensas que he logrado levantar.
Que nadie diga que no está avisado:
Soy una porción de un insondable vacío,
algo en mi ser está contaminado
por el veneno de la inexorable nada.


No hay comentarios: