martes, 6 de marzo de 2007

BRINDIS


Brindis

Pocas veces estoy seguro de nosotros,
es tan frágil ese hilo que nos une...
Entre dudas ando de lo que somos,
si volveremos a vernos pronto
después de las dolorosas despedidas.
O si es que sin darnos cuenta nos perdemos
en algún recodo de nuestro camino juntos.

El caso es que también es muy posible
que todo esto sólo sea culpa mía,
por estos ánimos tan cambiantes
y las pequeñas y míseras traiciones
con las que frecuentemente te he ofendido.

En mi estupidez es posible que te valore
cuando siento en mi interior tu lejanía.
Los años nos hacen viejos, pero no sabios
y no nos salvan de seguir cometiendo tonterías.

Que quieres...Te extraño mucho, amiga mía,
me apetece brindar a solas contigo.
Hoy me encuentro en esa línea invisible
que separa optimismo y pesadumbre,
y que nos lleva directamente a la melancolía.

Brindar por los sueños que aún nos quedan,
por los días tranquilos, las sorpresas agradables,
por todos los que siguen en la brecha,
por los nuevos que se han comprometido.

Brindar por el amor y los amores,
por los que buscan los paraísos perdidos,
por los que te llevan consigo en su mirada,
por los que nos enseñan a regalar sonrisas.

Podríamos brindar por tantas cosas,
por eso te escribo. Aquí te espero,
con la copa llena del sabor de tu nombre,
mi más querida amiga: ESPERANZA.

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